Gestión de los EPI: ¿Cómo realizarla en las empresas?

Proporcionar, vigilar, comprobar e informar: estas son las cuatro pautas para la correcta gestión de los Equipos de Protección Individual (EPI). No siempre es una tarea fácil, gestionar en el día a día para garantizar la seguridad de los empleados, pero también su comodidad y compromiso a largo plazo. ¿Qué es la gestión de los EPI? ¿Cuáles son los requisitos necesarios?. Respuestas a continuación:

Los 9 principios generales de prevención sitúan el suministro de los EPI en segundo lugar, dando prioridad a la reducción del riesgo en su origen y a los aspectos organizativos antes de proporcionar equipos de protección a los trabajadores. Pero en este artículo veremos que la gestión de los EPI es una parte esencial de la prevención de riesgos laborales. Los EPI pueden definirse como : "equipos destinados a ser llevados por el trabajador para protegerlo contra uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo".

El empresario también tiene una serie de obligaciones en materia de prevención, y debe garantizar la salud y la seguridad de sus empleados.

Los EPI : ¿de qué se trata ?

La normativa regula la fabricación, el uso, el mantenimiento y la inspección de los EPI. Para ser conformes, los EPI en España deben llevar el marcado CE colocado junto al nombre del fabricante de forma visible e indeleble. Además, el equipo debe ir acompañado de un manual de instrucciones en español, en el que se estipulan ciertos datos como las condiciones de almacenamiento, uso, mantenimiento, transporte, marcado e información sobre la caducidad de los EPI.

Los EPI se clasifican en tres categorías según el nivel de gravedad de los riesgos :

riesgo menor sin riesgo de lesiones irreversibles (categoría 1: guantes, ropa de lluvia, etc.);
riesgo importante que puede afectar a partes vitales del cuerpo o provocar lesiones irreversibles (categoría 2: cascos, protectores auditivos, etc.);
riesgo importante con daños irreversibles o mortales (categoría 3: arnés anticaída, etc.).

Por lo tanto, es fundamental que el empresario conozca perfectamente los riesgos que se producen en su establecimiento, gracias sobre todo al Documento de Evaluación de Riesgos Laborales, para dotar a sus equipos de los EPI adecuados. El empresario tiene otras obligaciones en materia de gestión de los EPI.

De hecho, este último debe :

Proporcionar personalmente y de forma gratuita los EPI adecuados ;
Comprobar, mediante un análisis de riesgos, la adecuación de los EPI a las actividades ;
Garantizar el uso adecuado de los EPI ;
Comprobar la conformidad normativa de los EPI solicitados ;
Mantener informados a los responsables de la gestión de los EPI ;
Garantizar la higiene, el buen estado y el mantenimiento de los EPI ;
Informar a los empleados de la disponibilidad, uso y alcance de los EPI ;
Formar a los usuarios en el uso de los EPI.

La gestión de los EPI es, por tanto, un proceso que debe ser riguroso para ser eficaz. Esta gestión debe llevarse a cabo en estrecha colaboración con el personal operativo, que utiliza estos equipos a diario.

¿Cómo aplicar este enfoque?

Tener en cuenta la realidad sobre el terreno

Es esencial posicionar a las personas en el centro del proceso de prevención. Sólo los operadores (directamente implicados) podrán tener una visión objetiva de la situación sobre el terreno, con los peligros de la comodidad y la accesibilidad. Por lo tanto, ¡su punto de vista es esencial!.

Es preferible constituir un grupo de trabajo integrado por responsables, operarios y el departamento de Calidad y HSE. Cada uno podrá aportar su conocimiento del contexto y las limitaciones para considerar la elección de los EPI más adecuados a las operaciones. Este proceso cumple con los requisitos de la norma ISO 45001 para la participación y la consulta de los colaboradores. Este grupo tendrá que trabajar para encontrar a varios proveedores con el motivo de tener una gama amplia de opciones posible. Esto también tendrá como objetivo recopilar y comparar las opiniones de estos profesionales de los EPI, que deben asesorar de manera correcta a sus clientes. El grupo de trabajo tiene que proponer cuáles son los EPI más adecuados para eliminar el peligro o reducir los riesgos. Si es posible, es mejor aislar varios modelos disponibles de múltiples proveedores para hacer pruebas.

Duración del equipo: una prueba a realizar

La prueba deberá ser realizada en el terreno, con las condiciones reales a las personas que usarán el EPI. Por este motivo, se escogerá un grupo de expertos que deberán ser heterogéneos, representativos y objetivos además del grupo de personas al inicio para que esta prueba sea objetiva y eficaz. Se evalúan los puntos de vista y las sensibilidades de cada individuo, en función de su morfología o de su edad, teniendo en cuenta el entorno de trabajo y las actividades a realizar. Para obtener una visión objetiva, suelen ser necesarias semanas de pruebas.

Despliegue de la formación específica en el uso de los EPI

Cada equipo está dedicado a una actividad bien definida, por lo tanto, cualquier novedad aportada a este último debe presentarse para acompañar un posible cambio de práctica y permitir un buen uso de los EPI para un máximo de eficacia. Algunos equipos, como las máscaras de protección respiratoria, dependen de la morfología del usuario. Por eso es importante formar al personal para que lo utilice en condiciones reales, o realizar lo que se conoce como "prueba FIT" para determinar qué modelo se adapta mejor a su morfología.

Esta formación y las pruebas pueden parecer caras, pero se amortizan rápidamente si los EPI se utilizan correctamente y los operarios se sienten cómodos con el equipo. Para convencer y comprometer a todos los operarios en el cambio de los EPI, también se recomiendan demostraciones y ejercicios prácticos.

Una herramienta digital para gestionar los EPI

El apoyo de la tecnología digital ya no se cuestiona: centralización, puesta en común, aseguramiento o notificación de la información en tiempo real, este último es un verdadero aliado en el día a día de los procedimientos administrativos. En el contexto de la gestión de los EPI, una herramienta específica aporta ciertas ventajas:

Seguimiento de las existencias en tiempo real con alertas automáticas ;
Pedidos realizados directamente en dispositivos móviles o tabletas ;
Seguimiento de formación con alertas automáticas antes de la fecha límite ;
Formación en línea con soportes digitales (fotos, vídeos, realidad aumentada, etc.) ;
Gestión de los calendarios de inspección periódica y de las fechas de caducidad ;
Evaluación de proveedores con un cuadro de evaluación digital ;
Notificación de incidentes relacionados con los EPI (no conformidad, EPI no adaptado, situación de peligro, etc.)

Como puede ver, elegir un EPI no es sólo cuestión de escoger un modelo de un catálogo. Es un proceso a largo plazo que requiere la colaboración de todas las partes interesadas de la empresa para ser cualitativo. Las herramientas dedicadas pueden facilitar este estudio, ahorrando un tiempo valioso en el día a día.