Home office: las claves para ser eficientes

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Con el COVID-19 las empresas deben promover el home office o teletrabajo. Ya está bien difundido, sin embargo, puede ser una fuente de ansiedad y estrés para los empleados que nunca lo han practicado. ¿Quién puede beneficiarse de ello?  ¿Cuál es la mejor manera de ponerlo en práctica?

 

La práctica del teletrabajo ya existe desde hace años. Algunos directivos lo han puesto en práctica en favor de la Calidad de Vida en el Trabajo. En efecto, según diversas encuestas el ancho de los trabajadores consideran que estas nuevas formas de trabajo son algo bueno para el futuro. Huelgas, manifestaciones, epidemias... actualmente hay diversas situaciones que lo favorecen. 

 

¿Una práctica que podría generalizarse en los años venideros?

 

¿Puedo teletrabajar con mi puesto?

 

El teletrabajo también conocido como “home office” se refiere a cualquier modalidad de organización de trabajo en la que las actividades que podrían haberse realizado en los locales del empleador es realizado por un empleado de manera remota de forma voluntaria, utilizando las tecnologías de información y la comunicación.

 

Además, el Código del Trabajo no especifica ningún requisito particular para implantar el home office en una empresa: por lo tanto, se aplica, en teoría, a todas las categorías profesionales.

 

Sin embargo, su empleador tiene el derecho de negarle esta modalidad si considera que la práctica es inadecuada por la naturaleza del puesto, e incluso si otras funciones de la empresa pudieran beneficiarse de ella.

 

¿Cómo puedo optimizar mi puesto de home office?

 

Teniendo yo misma la oportunidad de practicarlo de manera cotidiana en mi trabajo, le daré algunas orientaciones sobre cómo organizarlo.

 

La conexión a Internet

 Lo principal es una conexión a Internet confiable. ¡Si tiene la fibra, es aún mejor! El objetivo es ser fácilmente accesible y poder utilizar sus herramientas digitales sin interrupción. Es aconsejable usar una VPN, especialmente si quiere proteger sus datos, o si usa un wifi público. 

 

 

El ambiente o entorno de trabajo

 

Una vez que los aspectos informáticos se hayan resuelto, ocúpese de su espacio de trabajo. ¡Debe ser lo más adecuado posible!

 

Antes de empezar a trabajar, recuerde vestirse apropiadamente. Puede que le haga sonreír, pero trabajar en pijama todo el día a veces puede afectar el estado de ánimo de algunas personas ... El elemento más importante a la hora de definir su entorno de trabajo es el silencio. Así que evite estar al lado del bol de su perro Rufus o en el área de juegos de sus hijos...

 

Si tiene una habitación con un escritorio, es ideal. Si no, procure crear un espacio dedicado a sí mismo, por ejemplo en la sala de estar. ¡En la práctica, evite sentarse en la cocina para no abrir el paquete de galletas! También puede ser interesante cambiar de habitación durante el día para evitar la monotonía: por la mañana en la oficina, por la tarde en la sala de estar... Lo principal es tener el equipo adecuado.

 

Cuando se trata del equipo adecuado, es: una silla de oficina cómoda y ergonómica, una pantalla doble ajustada a la altura de los ojos, un teclado, un ratón, unos auriculares... Ponga sus documentos esenciales al alcance de su mano, como cuando está en la oficina.

 

La organización del trabajo

 

Su estación de trabajo se adapta y su entorno de trabajo se optimiza, pero lo más importante sigue siendo: la organización.

 

Asegúrese de organizar sus días: a tal y tal hora este archivo, a tal y tal hora otro... A toda costa, varíe sus tareas tanto como sea posible. El día anterior, puede escribir una lista con las diferentes tareas a realizar para el día siguiente.

 

Por supuesto, dedique tiempo para los descansos, como en la oficina. Durante los descansos, es aconsejable no quedarse delante del ordenador: aproveche para ir a su terraza/balcón, o para instalarse rápidamente en el sofá. ¡El objetivo es desconectarse!

 

El teletrabajo requiere mucha autonomía, pero asegúrese de mantener un vínculo con sus colaboradores: videoconferencia o sistemas de mensajería instantánea, las herramientas son numerosas. No dude en informar a sus colegas o a su gerente/supervisor si tiene alguna duda o si está atorado en una tarea.

Es aconsejable llevar a cabo reuniones periódicas con sus colaboradores para evaluar los progresos realizados por cada uno y las dificultades que puedan surgir.

 

El teletrabajo tiene muchas ventajas tanto para los empleados como para los empleadores: mejora la calidad de vida de los empleados, reduce el ausentismo y la rotación del personal, ahorros en el espacio dedicado a los locales y costos de funcionamiento, mejor concentración al evitar los espacios abiertos, etc.

 

Lo principal es organizar su lugar de trabajo y su forma de trabajar, asegurándose de mantener un vínculo constante con sus colaboradores.

 

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