Robotización industrial: ¡hasta el infinito y más allá!

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ROBOTISATION

La introducción de los robots industriales y, en general, la digitalización han cambiado profundamente la organización de los puestos de trabajo. Esta búsqueda de la eficacia operativa y la optimización de los procesos de producción es también una fuente de mejora de las condiciones de trabajo, por ejemplo, mediante la reducción de determinados TME (trastornos musculoesqueléticos). Explicaciones de esta herramienta fundamental de la Industria 4.0 en el siguiente artículo.

 

Los robots se utilizan desde hace años en la industria de la logística y la automoción. Los almacenes y las fábricas están a veces totalmente automatizados, ya sea para fabricar, manipular o controlar las mercancías. Cada país ha incluido en su Plan de Recuperación el apoyo a las PYMEs (Pequeñas y Medianas Empresas) industriales mediante la difusión de la tecnología digital y la adopción de nuevas tecnologías. Este apoyo permitirá que más sectores innoven al tiempo que reorganizan sus talleres.

 

¿Qué es la robotización?

 

Según la norma ISO 8373:2012 sobre los robots y componentes robóticos, un robot industrial se define como un sistema controlado automáticamente, programado en tres o más ejes, que puede ser estacionario o móvil, para su uso en aplicaciones de automatización industrial. Según el informe de la Federación Internacional de Robótica (IFR, International Federation of Robotics por sus siglas en inglés), la media mundial en 2019 es de 113 robots industriales por cada 10.000 empleados.

 

España se sitúa en el puesto 191, por encima de esta media internacional. Los tres primeros países en cuanto a la robotización son Singapur (918), Corea del Sur (868) y Japón (364). Hay dos categorías de robots: los industriales y los colaborativos (o "cobots").

 

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Los robots industriales 

 

Los robots industriales están destinados a automatizar actividades de producción específicas, por lo que están diseñados para trabajar en lugar de los humanos. Este tipo de robot puede manejar grandes volúmenes, debido a su alto ritmo de trabajo (mayormente continuo, las 24 horas del día). El robot industrial es una máquina bastante masiva e imponente, que permanece casi siempre en una estación fija. También debe contar con una zona segura, equipada con sensores colocados en puntos específicos, para evitar el contacto con los operarios.

 

Los cobots

 

Los cobots, o "robots colaborativos", han sido diseñados para trabajar junto a los humanos. Estos brazos robóticos alivian a los empleados de las tareas repetitivas. Los cobots son móviles y más fáciles de programar que los robots industriales: con sólo mover el brazo de la máquina, el cobot memoriza el movimiento y lo repite de forma totalmente autónoma. Así, los robots colaborativos pueden ser guiados directamente por el operador (ambas partes trabajan juntas), o pueden funcionar de forma completamente autónoma.

 

En términos de seguridad, estas máquinas no requieren sensores externos y son capaces de detectar cualquier obstrucción y/o contacto con el propio operador. 

 

 

¿Qué futuro tiene la robotización?

 

¡Los robots y las máquinas tienen un brillante futuro frente a ellos!. De hecho, los fabricantes están sometidos a una gran presión para entregar los pedidos en plazos muy cortos. Por lo tanto, es imperativo automatizar los procesos de producción para satisfacer esta creciente demanda.

 

En los próximos años, los robots serán cada vez más autónomos y capaces de evaluar su entorno de trabajo para responder a los futuros retos de la industria. Por ejemplo, gracias al desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), los robots son ahora capaces de adaptarse a su entorno. Es el caso de la reconocida empresa Boston Dynamics, que ha desarrollado, por ejemplo, el robot humanoide "Atlas", diseñado para intervenir en terrenos accidentados. Se adapta a lo que ve (por ejemplo, saltando por encima de los obstáculos), y también sabe cómo levantarse por sí mismo después de una caída. 

Aunque este tipo de robots se está desarrollando para el ámbito militar, es posible imaginar su futura aplicación en el sector de la industria, con modelos capaces de adaptarse al contexto del trabajo en la fábrica en presencia de operarios.

 

Además, en la era en la que las empresas tienen que limitar su huella de carbono, la robotización trata de encontrar su lugar en el área laboral. Los fabricantes de robots industriales aspiran a utilizar materiales compuestos más ligeros, al desarrollar tecnologías de control más eficientes desde el punto de vista energético. El objetivo es también aumentar la vida útil de las máquinas, fomentando al mismo tiempo el reciclaje o la reparación cuando sea necesario.

 

Todavía hay controversias sobre la posible sustitución de los humanos por las máquinas. Hay que tener en cuenta que el objetivo de las empresas que se dedican a la robotización industrial es establecer una organización del trabajo que no sustituya, sino que posibilite la colaboración del ser humano con la máquina. Los robots industriales y los cobots deben liberar a los trabajadores de tareas pesadas y a veces repetitivas, preservando su salud a largo plazo. La robotización permite dar lugar a nuevos puestos de trabajo, ya que se necesitan competencias humanas expertas.

 

La robotización también supone una mejora de la productividad y del crecimiento interno.

 

Este incremento de rendimiento permite a las empresas aumentar su volumen de negocios, que dispondrán de fondos adicionales para invertir en la contratación de personal, la creación de nuevas líneas de producción o incluso de nuevos centros industriales.

 

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¿Cómo combinar la robotización y la digitalización de los procesos?

 

Es importante tener en cuenta que la robotización es una de las palancas clave de la Industria 4.0. El lanzamiento y el control de la producción en un puesto de trabajo es esencial para la eficacia operativa y la reducción de riesgos. Para ir más rápido, los fabricantes ya no dudan en interconectar las líneas de producción con soluciones de software mediante módulos API: por ejemplo, el proceso de producción puede activarse automáticamente a partir de una simple entrada de pedido, lanzada a través del software de planificación interna.

 

Del mismo modo, para los controles de calidad, se pueden mostrar mensajes interactivos en las instrucciones de trabajo con una frecuencia determinada, de modo que el operario introduzca la información esencial a través del ordenador/tableta/smartphone. Esta acción permite registrar todos los datos del proceso en curso, como las tareas a realizar, la velocidad o la eficacia del trabajo realizado. Es posible imaginar que en el futuro se desplieguen robots de visión 3D para realizar estas comprobaciones sobre el terreno: los datos se transmitirán entonces automáticamente a los operarios para que actúen.

 

Los fabricantes están innovando y adaptándose al ámbito industrial, desarrollando robots que puedan ser manejados fácilmente por los equipos de terreno. Mediante la aplicación de su tableta/smartphone, estas últimas podrán guiar a los robots a distancia para que realicen tareas específicas.

 

 

La robotización ofrece muchas perspectivas a las empresas que apuestan por este enfoque, ya sea en la industria o en cualquier otro campo de actividad (sanidad, agroalimentación, aeronáutica, defensa, etc.). Tampoco hay que olvidar que la aplicación de estas nuevas tecnologías requiere un apoyo técnico: ¡los conocimientos humanos siguen siendo indispensables!.

 

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