La agricultura se enfrenta a un gran reto : alimentar a una población en continuo aumento. Este sector siempre ha sido impulsado por la innovación y está experimentando una transformación acelerada con la tecnología digital y el Internet de las cosas (IoT). Le damos explicaciones a continuación.
Según las Naciones Unidas, la población mundial en 2020 fue de 7.800 millones de personas. Las proyecciones para los próximos años son de 8.500 millones para 2030 y de 9.700 millones para 2050. Se trata de un gran reto para el sector agrícola, que debe satisfacer la creciente demanda para alimentar a todo el planeta. De hecho, los agricultores y ganaderos tendrán que adquirir nuevas herramientas para aumentar su producción.
Pero, ¿cuáles son estas nuevas herramientas? ¿Cómo se adaptan al ámbito de la agricultura?
Según el libro francés titulado“Les révolutions agricoles en perspective” o "Revoluciones agrícolas en perspectiva", la humanidad ha experimentado dos revoluciones agrícolas. La segunda, que data del siglo XX, generaliza la mecanización, así como el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios. Estas dos revoluciones han contribuido a aumentar la productividad de las explotaciones y han cambiado profundamente la vida cotidiana de los profesionales.
Pero está en marcha una tercera revolución : la llegada de la biotecnología combinada con nuevas técnicas de cultivo.
Y veremos en este artículo que es más que necesario que el mundo de la agricultura desarrolle nuevos métodos para aumentar su productividad y hacer frente al aumento de la población. Más allá de la explosión demográfica, se trata también de ofrecer productos de buena calidad para satisfacer las demandas de consumidores cada vez más exigentes.
Entre las nuevas herramientas de las que disponen los operadores para hacer frente a estos retos : el Internet de las cosas o IoT.
¿Qué es el Internet de las cosas o "IoT"?
El Internet de las cosas o IoT (en inglés, Internet of Things) es un conjunto de objetos conectados (sensores, sondas y otros dispositivos físicos) y tecnologías (software y redes) que se utilizan con el fin de conectarse a una red de Internet para recibir y/o transmitir datos. Estas conexiones se establecen con el objetivo de reunir múltiples datos, garantizando al mismo tiempo una comunicación eficaz entre los distintos procesos.
El IoT facilita el acceso a la información, sobre todo mediante la optimización de la recopilación de datos, minimizando la intervención humana. Por eso el ámbito de la agricultura se adapta muy bien a estas nuevas tecnologías.
Sensores específicos para optimizar las operaciones
Las imágenes por satélite se utilizan desde hace varios años para vigilar las explotaciones agrícolas.
Mediante el uso de drones equipados con un sistema GPS, los agricultores pueden recoger datos o imágenes en tiempo real para comprobar la humedad del suelo o el estado de los cultivos y las plantaciones.
Es muy útil conectar estos drones con sensores dedicados, para comprobar el nivel de humedad de las plantaciones, por ejemplo, o con sistemas de riego inteligentes. De hecho, estos sistemas tienen la capacidad de adaptarse a las condiciones meteorológicas para planificar el riego de la tierra en consecuencia (mediante drones de pulverización u otros sistemas de riego automático).
En el seno de los cultivos, se pueden colocar sensores directamente en las plantaciones para comprobar el ritmo de crecimiento o la hidratación. Algunos robots inteligentes también se utilizan para misiones de deshierba, gracias a un sistema de guía controlado por la Inteligencia Artificial (IA).
Objetos conectados adaptados a los diferentes métodos de criaderos
Una de las principales revoluciones en el sector de la ganadería es el "collar conectado". Este objeto conectado, equipado con multitud de sensores, permite al ganadero informar del estado y el comportamiento del animal: temperatura corporal, periodo de ovulación y gestación, ingestión y rumia, alimentación... Estos datos permiten comparar el comportamiento de cada animal pero también el de todo el rebaño de forma más general.
Este collar conectado fue objeto de un proyecto presentado en el CES de Las Vegas en 2020 en favor de la salud y el bienestar de los animales. Para analizar el comportamiento de los rebaños, cada vez oímos hablar más de los sistemas de reconocimiento facial : las cámaras pueden así reconocer el comportamiento y las necesidades de cada animal, con el fin de proporcionarle un tratamiento especializado. Esta tecnología permitiría detectar con antelación ciertas enfermedades (gripe porcina, gripe aviar, etc.) o signos de malestar en los animales.
¿Por qué asociar el IoT a una herramienta global de Calidad y HSE?
Los objetos conectados facilitan la recogida de datos, fomentando al mismo tiempo la transparencia de las actividades. De hecho, es muy útil conectar estos objetos a otros sistemas, especialmente a través de módulos API.
La información de sus sensores/sondas puede correlacionarse directamente con su sistema de trazabilidad. El análisis de datos se realiza automáticamente: tras sintetizar los datos, los módulos de Business Intelligence (BI) generan informes y gráficos eficientes y atractivos.
Gracias a los tablets/smartphones, los datos y las estadísticas son accesibles en tiempo real y en cualquier momento. Muy útil para ajustar los parámetros y/o aplicar acciones correctivas. La mayoría de las aplicaciones son compatibles con objetos conectados, como las gafas de realidad aumentada, que pueden ser muy útiles en los campos y sobre el terreno, especialmente cuando las manos están sucias o mojadas. Junto con un módulo de control de calidad, la información se recopila en tiempo real, gracias a las gafas conectadas y al dictado de voz asociado.
Es importante tener en cuenta que la trazabilidad crea valor, y que ayudará a establecer una relación de confianza con el consumidor/cliente. De esta manera, es importante que los operadores dispongan de datos relevantes para llevar a cabo su actividad.
Por último, cabe señalar que IoT y la digitalización en general permiten un mejor control de las explotaciones y la ganadería. A lo largo de los años, las exigencias en materia de trazabilidad y transparencia han aumentado. Por ello, hoy en día es más que imprescindible desarrollar herramientas fiables y precisas para optimizar su producción, todas en mejores condiciones de trabajo para los profesionales implicados.
Mélanie CASCELLI
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