Porque la implementación de un SIG no puede ser improvisada y la revolución digital impacta a TODA la empresa , es hora de hacer las preguntas correctas : ¿seguir operando como antes y mantener los dedos cruzados para que todo funcione o cambiar al modo digital e implementar su SIG de manera eficiente?
Un Sistema Integrado de Gestión es una organización interna que permite a una empresa cumplir con sus requisitos reglamentarios y ganar en competitividad, optimizando al mismo tiempo sus recursos humanos y financieros.
En efecto, basándose en las tres normas de Calidad (ISO 9001), Seguridad (ISO 45001) y Medio Ambiente (ISO 14001), el SIG permite simplificar y normalizar los enfoques, ahorrar tiempo de implementación y, por qué no, conducir a una triple certificación.
Para ir más allá en el enfoque y asegurar que todos se involucren en la dinámica de la empresa, ya sea un empleado, un proveedor, un cliente o un residente local, la dirección puede integrar los principios de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) presentados en la ISO 26000 en su SIG. Se encuentran, en particular, los 7 principios de la RSE:
La administración ya no puede permitirse utilizar papel o simples herramientas de oficina convencionales para su desarrollo. La digitalización forma parte de nuestras vidas a nivel personal, entonces, ¿qué esperamos para aprovecharla y hacer que nuestras empresas sean eficientes y competitivas?
La implementación de un SIG está bien enmarcada. No hay lugar para la improvisación y la pérdida de tiempo. Todo está guiado y estandarizado para que la empresa pueda obtener, si este es su deseo, la triple certificación. El plan de acción de un SIG se presenta generalmente de la siguiente manera :
La digitalización de su SIG ayuda en 3 niveles:
Obligatorios o sólo recomendados como parte de un proceso de mejora continua, los informes son los aspectos más destacados de la empresa que garantizan la transparencia de sus actividades.
La ventaja de confiar en un SIG digitalizado es centralizar los datos recogidos en el terreno. Cada empleado trabaja en una plataforma única con derechos de acceso específicos. Con esta actividad, se añade toda la información para finalizar la producción automatizada de informes, su rastreo y trazabilidad, notificación y archivo.
Una vez digitalizada la auditoría de control de su SIG se convierte en un juego de niños. De hecho, las listas de control implementadas permiten seguir y controlar cada paso de la implementación. Sólo tiene que seguir la guía ya implementada en la herramienta. Además, la tecnología nativa de smartphones, tabletas o computadoras recopila pruebas en tiempo real a través de fotos o video para alimentar directamente el informe de auditoría.
Finalmente, tener un SIG digitalizado es un medio de comunicación más seguro. El sistema genera automáticamente correos electrónicos a través de workflows asociados y sólo notifica a las personas implicadas. De esta manera, una medida correctiva se notificará directamente a un responsable de taller, por ejemplo, que hará un seguimiento de la resolución de las medidas utilizando el mismo modo de funcionamiento. Esto supone un considerable ahorro de tiempo porque el registro del informe de auditoría puede enviar tantas alertas como observaciones, al mismo tiempo, a las personas objeto de la auditoría o a las listas de grupos preinscritas. La dirección puede supervisar el progreso de las actividades en tiempo real, acceder a las estadísticas e indicadores y proponer áreas de mejora.
En la era en la que la digitalización está omnipresente en nuestras vidas personales, ahora se utiliza ampliamente en el mundo profesional. Ya sea que se trate de la notificación de accidentes laborales, el control de los índices de cotización o de firmar electrónicamente y de forma segura los documentos administrativos, es evidente que se trata de una ventaja innegable para cualquier empresa que desee desarrollarse, modernizarse, destacarse de la competencia y mejorar su calidad.